Cuando el Río de la Plata
me camina por adentro,
cuando el sol rueda tranquilo
en mi amanecer,
yo me estiro hasta mi pueblo
serpenteando en un candombe,
y una lámpara olvidada
buscaré.

Cuando piso la escalera
de la casa de los viejos,
ladra el perro avisando que llegué,
unos cabellos añosos
asomando a la ventana,
del jardín brotan los duendes
que me peinan y acarician,
perfumando el moño azul de la niñez.

De vuelta por el barrio voy
en un candombe manso.
De vuelta por el barrio voy...
lalala lalarailarai lala...

Las comadres en la cuadra
con la escoba se saludan
mientras barren
alguna novedad,
y los pibes como siempre
discutiéndole a un vecino
cuando la pelota al cielo
se les va.

El reencuentro con la barra
entre chamuyos y festejos,
cobijados en la esquina del café,
se amontonan parroquianos,
mameluco y bicicleta,
y al pinchar el mediodía
corre el truco y la ginebra
y resuenan tamboriles por placer.

De vuelta por el barrio voy
en un candombe manso.
De vuelta por el barrio voy...
lalala lalarailarai lala...

Yabor



Yabor - De vuelta por el barrio