La última vez que vi a Richard
fue en Detroit en el 68,
me dijo "Todos los románticos terminan igual,
cínicos, borrachos y aburriendo a alguien
en un viejo bar".

- Te ríes, me dijo,
te crees inmune?
Fíjate en tus ojos llenos de luna,
quieres rosas,
y besos
y bellos hombres que te sepan mentir bien.

Mentir bien,
cuándo entenderás que ellos saben mentir bien?”
Bellas mentiras
que suenan bien.

Puso una ficha en la Woorlitzer,
apretó tres botones y la cosa entró a girar,
una mujer de medias caladas y moñita
se acercó y dijo:
"a ver si apuran que hay que cerrar".
”…
Richard,
no has cambiado nada,
sólo que ahora romantizas tu dolor en tu cabeza,
en tus ojos hay tristeza,
pero tus versos aún sueñan,
cuentan de un dulce amor.

Dulce amor,…
cuándo te veré sin un trago alrededor?
Cuán dulce a veces el amor,
puede ser tan dulce el amor.

Richard se casó con una famosa tenista,
le compró un lavaplatos
y una moledora de café,
y se queda en casa por las noches
bebiendo solo frente a la TV.

Voy a apagar esta maldita vela ya,
no quiero a nadie acercándose a mi mesa,
no quiero hablarle a nadie más.
Todos los buenos soñadores
terminan igual,
escondiéndose tras las botellas de algún bar.

Otro bar,…
sólo hasta que llegue el momento de volar,…
una fase más,
un viejo bar.
Joni Mitchel
Versión en español: Jaime Roos


Laura Canoura - La última vez que vi a Richard