Nunca fui un botija lindo,
en la escuela ni el liceo,
tampoco es que fuera feo,
yo era un pibe del montón.
No era el genio de la clase,
ni era el galán de la playa,
no era el vivo que se calla,
ni era el guapo más bocón.

Pero a los 14 abriles,
cuando azules son las cosas
las luciérnagas curiosas
me alumbraban con su luz,
y a las pibas les gustaba
mi guitarra y mi melena,
y la boina de franela
de la venta de Emaús.

Pero yo era flor de maula, (maula)
que aflojaba en la llegada, (maula)
nunca concretaba nada,
puro verso y rock and roll.
Si llovían las doncellas,
las llevaba hasta su casa
y como un papel de astraza
me arrugaba en un rincón.

De la puerta del liceo,
caminando hasta la esquina
chamullándome las minas,
yo era flor de formador.
Les hablaba sobre el gremio,
sobre el Che y la militancia,
manteniendo la distancia
respetable de un señor.

Las gurisas me miraban
por si se venía un beso,
y yo hablaba del proceso
y de la revolución,
pero donde me arrimaran
demasiado la mejilla
me temblaban las rodillas
debajo del pantalón.

Pero qué botija maula,
gritaban los veteranos,
agarrala de la mano,
semejante pajarón. (semejante pajarón)
Pero que botija maula,
te traumaron en la iglesia,
algo así no se desprecia,
no tenés perdón de dios.

Transitando el almanaque
descubrí cómo es la ciencia,
el que gana en experiencia,
saca chapa de campeón,
y enredado entre las alas,
y las piernas de princesas
vas perdiendo la cabeza
si peleás con el amor.

Suficientemente cerca
para mantenerme lejos,
voy finteando los espejos
de este oscuro callejón,
no sea cosa que el botija
me conteste desde el aula,
seguís siendo el mismo maula
que le falla el corazón.

Pero qué botija maula,
me responden los espejos,
vos vas a volverte viejo
esquivándole al amor.
Pero qué botija maula,
despotrican mis parientes,
quién te dice de repente
me enderezo de un tirón.

Tabaré Cardozo


Tabaré Cardozo - Botija maula