Mientras todos cantando felices
villancicos para Navidad,
el indiaje charrúa dormita
la profunda nostalgia infinita,
con la muerte del gran Tabaré.

Hasta el monte se agita bravío,
los arroyos parecen llorar,
y una pena se adentra en la noche,
y en el monte se agita callado,
sólo y triste en su vuelo el saviá.

Ya no se escucha tu canto,
las penas se lo llevaron,
y allá perdida en el monte
llora una pena callada.

Hasta el monte se agita bravío,
los arroyos parecen llorar,
y una pena se adentra en la noche,
y en el monte se agita callado,
sólo y triste en su vuelo el saviá.

Ya no se escucha tu canto,
las penas se lo llevaron,
y allá perdida en el monte
llora una pena callada.

Y allá perdida en el monte, ¡ay!
llora una pena callada.

Tabaré !
Tabaré !
Tabaré Etcheverry


Tabaré Etcheverry - Tabaré