Ginebras arriba por la calle sola,
barriendo, barría, el rengo Zamora.
Su sombra barbuda rengueaba la escoba
pinchuda y torcida, como cualquier otra.
Riendo va riendo su alma cantora,
barriendo los vientos, las tardes, las horas.

A veces el rengo se iba callado
por los arrabales prostibularios,
entonces le hacía el amor a la escoba,
René, que robaba su humilde memoria.
Para deshojar un millón de recuerdos,
de escobas perdidas y escobillones muertos,
barriendo los barros de barrios y puertos,
la mugre de miles de rengos barriendo.

Lolo lololo lololo...

El rengo Zamora
volando volaba, montado en su escoba,
hasta las canteras y cantinas de Zamora,
y se zambullía y nadaba en el vino,
con la pata buena haciendo remolinos.
Le ataba a la escoba un anzuelo y un hilo
y allí, de rodillas, temblaba,
picando, pescando, pa’ cuándo, pensaba,
escoba de sueños, silbaba la caña.

Lolo lolo...

Jorge Lazaroff


Jorge Lazaroff - El rengo Zamora



José Carbajal "El Sabalero" - El rengo Zamora