A la una la luna,
a las dos el reloj,
que se casan la aguja
y el granito de arroz.

A la una mi niña
se me puso a llorar,
porque el pobre meñique
se cayó en el dedal.

A la una la novia
con el novio, a las tres,
en la cola, la cola
del pianito marqués.

Y se van, a la una,
en su coche, a las tres,
caballito de lluvia,
cochecito de nuez.

Aquiles Nazoa
(poeta venezolano)


Canciones para no dormir la siesta - A la una