Salían canciones de los zaguanes:
-"estamos todos en este negocio, hermano"-
mujeres con nylon en la cartera
bordeando la Plaza de Deportes,
unos chistidos de viejos ansiosos,
y es mejor seguir, seguir caminando.

Así bajaban las noches
en aquel tiempo,
así reían las caras
de aquel templo.

Al costado de la vía
había gente agazapada,
al oscuro de los vinos
se iban cubriendo de la cana,
después un punga adormilado
abría un buco en la mañana.

En las coacas del Prado,
grandes y cavernosas,
vivía el Tarta enterrado
con su mujer asquerosa,
allá llevaba lo robado,
allí cambiaba las cosas.

Así caían las fichas
en aquel tiempo,
así vivían las fachas
de aquel templo.

El miedo estaba latente
y por la noche explotaba
al paso de los malandras
desde "Tajo y Puñalada",
un barrio adentro de un barrio,
la niebla lo preservaba.

Gritaban sordos los trolleys
en aquel tiempo,
pasaban sobre los arcos
de aquel templo.

Así pasaban los años
en aquel tiempo,
nadie sospechó los daños
de este tiempo.

Fernando Cabrera


Fernando Cabrera - Autoblues