A ver cariño
cuál es la sombra
que te ha escondido.
En qué misterio
fugaz del tiempo
hoy te has perdido.
Cuál será ese lugar
que a dormitar
te has ido,
bien perferido.

Cachito mío
que surcas albas
al son de un arpa,
y llevas bienes
de luz celeste
y voz temprana,
eres la aparición
que iluminó
mañanas,
uy, que esperanza.

Tú eres la buena
muchacha esbelta
que más aromas
a las regiones
o a las pasiones
que suave entonan,
aquel pregón de amor,
siempre por vos,
¡oh! Doña,
dulce señora.

Hubieron mantos
de los rocíos
que te invocaron,
y que me han dicho
que a ti te han visto
correr los campos,
tal vez corras por mí,
vivo por tí,
pensando,
siempre esperando.

Eduardo Mateo


Eduardo Mateo - El blues para el bien mío / Nombre de bienes