Sur, de la orilla de acá,
de mi rio que corta
una tarde naranja.
Cuenta un sauce llorón
que la oía cantar
junto al agua dorada.
Miel del litoral,
río tibio, calor,
un sabor que no alcanza.
Corre la canción
por mis pagos de allá,
agua dulce y salada.

Ay!, lo que vino a pasar
nada más por mirar
una astilla quebrada.
Ese tren se salteó
la parada esperanza.

Norte, trigo y calor
una briza arrimó
un amargo de caña.
No se oyó al cardenal
anunciando que ya
levantaba la helada.

Ay!, lo que vino a pasar
nada más por mirar
una astilla quebrada.
Ese tren se salteó
la parada espezanza.

Ana Prada


Ana Prada - Amargo de caña