Desperté
el sol estaba en mi costado
con sus ojos dibujando
con su boca rezongando mi actitud
y me dijo con su risa
lo bonito que es vivir
de sentir lo que uno quiera
sin tener que reprimir.

Y bajó por la escalera
velozmente se ocultó,
olvidó su corazón
envuelto en sangre en el sillón
allí tuve que cuidarlo
y entablamos una unión
comprendimos que quedaban
muchas cosas por saber.

Y saber que no hay nada
que pueda prohibir
la utopía más bonita
de vivir en libertad
sin temor a que me digan
qué está bien y qué está mal
y hacer de mi culo lo que quiera.
Y a mi me gustas tanto.

Caminé hacia el abismo
de mi infierno y me fijé
como el diablo le rezaba
al pobre Dios para volver
así fué que me dí cuenta
que mi ángel es infiel
que le interesa mi alma
pero más quiere mi piel.

Igual sigo caminando
sin temor a tropezar
porque tengo el cuello duro
de mirar siempre hacia atrás
y si bien tengo sabido
que esto no va a terminar
apretando bien las muelas
solo voy a continuar.

Sabiendo que no hay nada
que pueda prohibir
la utopía más bonita
de vivir en libertad
sin temor a que me digan
qué está bien y qué está mal
y hacer de mi culo lo que quiera.
Y a mi me gustas tanto.

Regresé por lo que queda
de mi alma y aquí estoy
reciclando alegrías
por cada rayo de sol
devolví el corazón
quedé solo una vez más
esquivando los dolores
aprendiendo aceptar.

Y saber que no hay nada
que pueda prohibir
la utopía más bonita
de vivir en libertad
sin temor a que me digan
qué está bien y qué está mal
y hacer de mi culo lo que quiera.
Y a mi me gustas tanto. 

Osvaldo "Ossie" Garbuyo

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