El muelle esperando el barco italiano.
La trampa, el escruche, la desolación.
Parientes peleando en la guerra del cuatro.
Saravia perdía su revolución.

La madre batllista del tío cantante.
El ciego Pololo golpeando el bastón.
El Coco y su anillo de oro y diamantes
y un humo lunfardo en la conversación.

La Perla de joven sentada en el piano,
escribe las notas de un tango dulzón.
Papeles perdidos del Tito Cabano.
Boliches cayendo tras el murallón.

Mi abuelo mirando la Copa del treinta,
vendiendo almohadones de humilde aserrín.
En la Ciudadela ventanas que tiemblan.
Tres barcos aliados contra el Graf Spee.

Cooptrol, Amdet,
carbones del trolebús.
La gente se hace la cruz
frente al Inglés y al Buceo.
Pasar y ver
la florería, el Negro Jajá,
como un Caronte barrial,
llora riendo.

Cuadernos de Marcha, Alfredo y el Saba.
El Pepe Veneno rayando el papel.
Los discos de pasta, La patria de Numa,
Viglietti, Ana Clara y el Chueco Maciel.

El coro del Hacha, La Unión y La Teja.
El mundo partido, La Teja y La Unión.
De calle el Pelado te arregla de oreja.
Pastrana le vuelca la caja al camión.

La luna de Darvin sobre Barlovento.
Milongas de Dino en los Vientos del sur.
La radio gritando la hazaña de Alcides.
La hombría del Dogo retando a Archie Moore.

Tarzán en El Día, la vieja sirena.
Las manos de Wilson, los dedos en V.
La casa del túnel de Punta Carretas.
La Cárcel del Pueblo en la calle Paullier.

Vivir, dormir
en el expendio y soñar
que está sonando el radar,
la vida es dura.
Salvar del mal
al mundo, sin condición,
por walkie-talkie en acción,
el Quique Aventuras.

El granizo rompe contra Ocho de Octubre,
esquivando piedras anda una mujer.
El cuartel de Oribe llega hasta la playa.
La horca del Bocha aún tiene su cordel.
Voy garabateando mis versos imberbes,
con la valentía de la estupidez.
Y me observa el Darno de sacón, piadoso,
con lentes oscuros y un aire francés.

Cooptrol, Amdet,
carbones del trolebús.
La gente se hace la cruz
frente al Inglés y al Buceo.
Pasar y ver
la florería, el Negro Jajá,
como un Caronte barrial,
llora riendo.

Tabaré Cardozo


Tabaré Cardozo con Raúl Castro - Fotografías desordenadas