Empecé a quererla porque sí, por nada.
Fue como un dormirme sobre la guitarra
y soñar milongas, cifras y zambas.

Llegaba como llega el
día en las enramadas:
un puñao de trinos, un murmullo de alas
y un beso prendido en el pico,
como una calandria.

Yo andaba curando una herida
que hacía tiempo sangraba
de despecho y rabia,
y ella con sus besos
y sus manos blancas
tejió telaraña pa' cicatrizarla...


Me alejo de ti,
no puedo llorar.
Se queda en la noche tendido mi canto
marcando distancia.

Qué triste ha de ser el mañana
sin una esperanza.
Qué oscuro el camino, la vida,
si no hay luz en el alma.

Me alejo de ti,
no puedo olvidar
que al cielo mirabas y el llanto a tus ojos
temblando asomaba.

La lluvia tal vez
te diga al caer
que en algún camino se moja con llanto
mi pobre pañuelo.

No esperes en vano el regreso
tras de tu ventana,
las nubes que hoy cruzan el cielo
no has de ver mañana.

Me alejo de ti,
no quiero llorar,
pero emocionado, mirando el camino
mis ojos se empañan.

Sergio Villar


Alfredo Zitarrosa - Del que se ausenta