La nieve se derrite lenta y sin saber qué otra cosa hacer
en esa ciudad casi analfabeta en bajo ceros,
que me recibió mansa y casera,
tupida y gris de charcos y barro,
agua congelada y barro,
amable y rebosante de pelirrojos
borrachos escritores, músicos borrachos,
heroína, tabaco, hedor, dolor
y toda la cerveza que un hombre podría tomar si viviera tres veces

Dublín, yo fui y cumplí,
te amé las manos con los ojos,
el frío con el cuerpo,
¿pero cómo puede ser que el amor que siempre es para siempre, siempre se acabe?

Dublín, yo fui,
y en vos dejé de fumar,
y caminé por el Phoenix Park,
y caminé por el Trinity College,
fui dos veces a St Stephens Green,
y visité la Guinness y el diminuto barrio chino,
tomé cerveza en cuatro de los pubs que indicaba la guía
y en otros cinco que nadie me indicó
¿Pero cómo puede ser si fui a buscarte?
a arrancarte todos los secretos
a curarme para siempre

Dublín,
Yo fui
mientras las manos se alejaban,
mientras dejaba de entender
y no encontraba mi pasado,
sobrio,
a las seis de la mañana en la navidad más blanca y silenciosa,
heladas la cara y las manos por la nieve y el frío,
por lo lejos, por la nada, por las sombras
que ni siquiera en Dublín.

Diego Cunha / Juan Manuel Herszhorn, Germán Pérez y Guillermo Zubeldía



Ataque Chino - Los cuatro pubs indicados en la guía