Canción de Caetano,
gorjeo de Milton,
un verso de Drumond,
de Andrade tal vez,
o la rua aquella
con jazmines públicos
o alguna palmera,
con sabiá o sin él.

Cómo describirla
sólo comparándola,
fuego dulce, rapadura
de su tez,
íntima sonrisa
o el frescor de aljibe
que da su mirada
para toda sed.

Mocita de un cuento
en Guimaraes Rosa,
muchacha de una
balada en Manuel
tarareando una
modinha de amores
iba la muchacha
aquella de Bagé.

Yo era sólo un hombre
que va ensimismado
y no se da cuenta
que pisó el edén.
Hoy con muchos años
a cuestas lo veo
como la muchacha
aquella de Bagé:
quien sueña con fuentes
despierta con sed.

A la misma muerte
no le temería,
como en el romance,
si buscándote,
los rasgos mostrara
con el cuerpo limpio
de aquella morena
rosa de Bagé.

Washington Benavides


Eduardo Darnauchans - Muchacha de Bagé